Cada año, el 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que va más allá de la conmemoración: es un llamado urgente a actuar. En un mundo atravesado por crisis climáticas, pérdida de biodiversidad y conflictos por el acceso a recursos naturales, esta jornada nos invita a detenernos, reflexionar… y comprometernos.

Pero ¿de dónde viene este día? ¿Por qué se celebra? ¿Qué sentido tiene hoy? ¿Y qué está haciendo Fundación Progressio Ecuador para responder a este desafío global desde lo local?

Una historia con raíces profundas

El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972, durante la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano, considerada el punto de partida del movimiento ambiental moderno a nivel global.

El 5 de junio de ese año se firmó la Declaración de Estocolmo, que afirmaba, por primera vez, que “el hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y condiciones de vida adecuadas en un ambiente cuya calidad le permita vivir con dignidad y bienestar”.

Un año después, en 1973, comenzó a celebrarse esta fecha de manera oficial, con el objetivo de sensibilizar a la población mundial sobre temas ambientales y fomentar acciones políticas y comunitarias para su protección.

Desde entonces, cada edición ha sido impulsada por un tema global y un país anfitrión. Se han abordado cuestiones como el cambio climático, la contaminación del aire, la biodiversidad, la economía circular o la restauración de ecosistemas. Este año 2025, el lema es claro y poderoso:

“Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración.”

¿Por qué nos implica tanto en Progressio?

En Fundación Progressio Ecuador, entendemos que hablar de medio ambiente no es hablar de árboles o animales “allá afuera”, sino de sistemas vivos de los que todos formamos parte. El aire que respiramos, los alimentos que comemos, la salud que tenemos, las culturas que preservamos: todo depende de una relación sana con la naturaleza.

Nuestro trabajo se desarrolla con y desde los territorios, en diálogo con las comunidades que más cerca viven —y más cuidan— la tierra. Creemos que el desarrollo solo puede ser sostenible si pone en el centro la vida en todas sus formas: humana, vegetal, animal y espiritual.

Por eso, nuestras líneas de acción cruzan la sostenibilidad con la educación, la cultura, el género y la participación ciudadana.

Algunos ejemplos concretos:

OMEC Yacuma (Zona de Conservación Comunitaria Amazónica)
Junto a las comunidades indígenas kichwa, apoyamos la defensa de sus territorios ancestrales, la gestión participativa del bosque, la producción agroecológica y la visibilización de sus saberes.

Ruta del Agave Andino
Impulsamos este proyecto como estrategia para reconectar el campo con la ciudad, restaurar suelos degradados, promover la economía regenerativa y visibilizar el rol de las mujeres productoras andinas.

Educación en Derechos Ambientales
Desarrollamos acciones formativas que abordan la relación entre justicia social, justicia climática y derecho al medio ambiente sano. Creemos que formar conciencia crítica es una forma de reforestación social.

Alianzas con instituciones y voluntariado internacional
Gracias a la colaboración con organismos como ONU Voluntariado, universidades y redes de cooperación, articulamos equipos multidisciplinares que trabajan con enfoque intercultural e intergeneracional en zonas rurales y urbanas.

Reserva Ecológica La Alegría (Choco Andino/Tandayapa)
Un santuario de conservación y aprendizaje para proteger la biodiversidad, fortalecer la educación ambiental e incentivar el turismo responsable.
La reserva se convertirá en un espacio vivo de conexión entre juventud, naturaleza, la espiritualidad y la acción climática.

Páramo La Esperanza, Ibarra
Con el apoyo de GITOC (Global Initiative Against Transnational Organized Crime), trabajamos junto a comunidades locales para fortalecer capacidades de protección del páramo, un ecosistema esencial para la regulación hídrica en los Andes.
El proyecto se basa en el empoderamiento comunitario, la generación de alianzas y la promoción de liderazgos femeninos y juveniles en la gestión ambiental.

Chilly Urku: Monitoreo comunitario en la Amazonía
En Pastaza, junto a la comunidad indígena de Chilly Urku y también con el apoyo de GITOC, impulsamos un sistema de monitoreo participativo de delitos ambientales, centrado en la defensa de los bosques y los territorios ancestrales.
Este trabajo no solo fortalece la justicia ambiental, sino que devuelve a las comunidades el poder de vigilancia y acción directa sobre lo que sucede en su entorno.

Protección de Manglares con GITOC
Los manglares son ecosistemas frágiles y vitales, clave para la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
Junto a GITOC y organizaciones aliadas, Progressio trabaja por su protección desde un enfoque que combina tecnología, educación comunitaria y recuperación territorial en el Archipiélago de Jambelí.

¿Por qué restaurar?

En Progressio, no creemos que el futuro se construya desde la nostalgia, sino desde la reparación activa. Restaurar no es volver atrás. Es reconocer los daños, aprender de ellos y transformar lo que hacemos a partir de ahí.

• Restaurar un río es devolver el agua limpia y la vida a quienes dependen de él.

• Restaurar un ecosistema es garantizar que los alimentos no envenenen.

• Restaurar una relación con la tierra es también restituir derechos, territorios, memoria y dignidad.

¿Qué puedes hacer tú?

No hace falta ser experta en clima o tener una fundación para contribuir. El cambio ambiental empieza por una decisión cotidiana. Aquí van algunas sugerencias simples pero significativas:

• Apoya mercados locales, productos de cercanía y prácticas agrícolas sostenibles
• Infórmate sobre proyectos de conservación en tu región
• Planta una especie nativa o participa en acciones de reforestación
• Reduce el uso de plásticos de un solo uso y piensa antes de desechar
• Comparte información, educa a otros y genera conversaciones sobre el tema
• Apoya o impulsa políticas públicas ambientales en tu comunidad

Una invitación desde Progressio

Desde Fundación Progressio Ecuador te invitamos a que este 6 de junio no sea solo una fecha en el calendario, sino un punto de inflexión. Que podamos hacer de la restauración una práctica cotidiana: en lo ambiental, lo social y lo simbólico.

Porque no hay sostenibilidad sin justicia.
No hay progreso sin naturaleza.
Y no hay futuro si no restauramos el presente.

🌎 Somos parte del problema, sí.
Pero también —y sobre todo— podemos ser parte de la solución.